No politicemos las pensiones


Si hay que apuntarse a criticar al partido del gobierno yo también lo hago, no sólo porque es un ejercicio muy sano (lo llevo haciendo aquí desde 2008), también porque es justo ya que no hemos tenido demasiada suerte con los gestores políticos en este país (queja que yo ampliaría a ayuntamientos y comunidades autónomas) pero este uso político que se hace del problema de las pensiones para criticar al PP me parece injusto primero porque el problema ni es sólo español, ni tiene 6 años que son los que lleva en el poder; además, la aceleración del problema llegó por una crisis económica que se inició años antes de que Rajoy ganara las elecciones. Decir que las pensiones públicas están en riesgo por el nivel de salarios en España no sólo no es cierto (y bastan hacer cuentas para ver que el asunto es mucho más complejo), es que no es algo que haya empeorado en esta legislatura ya que lo más importante, que es el número de personas en activo, ha aumentado. No hay país en el mundo que salga de una crisis (cuyo punto peor desde el punto de vista de datos macroeconómicos fue la primavera de 2013) tan profunda con sueldos más altos que antes de la recesión, igual que no hay una economía con una tasa de paro estructural tan alta como la española (que lleva a que por cada buen puesto ofrecido, salgan muchas ofertas por él) que no priorice la creación de empleo antes que el crecimiento de los salarios. Lo que no tiene sentido es decir que la creación de puestos de trabajo tiene poco que ver con este gobierno (y estoy de acuerdo, desconozco el impacto real de la reforma laboral pero para mi el mayor mérito es de la industria turística y exportadora) pero luego echarle la culpa del nivel de salarios de este país.
Yo ya dije no hace mucho aquí que creo es el momento de las subidas salariales en España pero también apunté: “La dificultad es cómo hacer que se suban salarios ya que no es tan fácil como decidirlo porque si se elevan los sueldos de los funcionarios justo cuando más dinero debe el estado español, dispararemos el gasto público y si lo hacemos con el salario mínimo (algo que ya está en marcha) podemos disparar aún más el paro juvenil (a mayor coste, menos oportunidades de empezar a trabajar) y además dañar a las micropymes (por ejemplo los bares) con lo que sólo queda el negociar aumentos en los convenios, algo que deben discutir sindicatos y empresarios y no es competencia exclusiva del gobierno.“
No podemos echarle la culpa al gobierno de todo y mucho menos criticarle desde la oposición por pagar las pensiones con deuda cuando es algo que haría cualquier otro partido político en España. España en 2012 estuvo al borde de ser rescatada totalmente y en las medidas propuestas por la troika seguro habría habido una bajada de las pensiones públicas del 10% o más, y estoy seguro que a Rajoy le presionaron para que aplicara alguna medida así a pesar de no haber aceptado el rescate total. Pero no lo hizo, y no lo hizo porque Draghi con sus intervenciones consiguió que la solvencia de España dejara de estar en peligro y abarató más y más la posibilidad de endeudarnos. ¿Qué político de los 4 grandes partidos españoles no hubiera aprovechado esa oportunidad de endeudarse a tipos ultrabajos antes que aplicar el doble o el triple de recortes que los aplicados?
Usar la deuda para gastos corrientes suele ser mala señal aunque es evidente que las jubilaciones son un gasto social y si un partido de derechas usa la solvencia del país para mantener nuestro estado del bienestar, ¿cómo le va a criticar la izquierda por eso? ¿De verdad desde la izquierda están criticando al PP por practicar una política de lo más socialdemócrata como asegurar una de las bases de nuestro estado del bienestar con deuda en lugar de con recortes? ¡Si hasta Krugman –economista keynesiano por antonomasia- le decía a Obama que no se preocupara por el altísimo nivel de deuda de los EUA, que aprovechara los tipos bajos para gastar más! No tengo la menor duda que cualquier otro gobierno –tanto uno de VOX como uno de IU- hubiera hecho lo mismo. Sea vía impuestos o vía deuda, una vez acabado el fondo de pensiones (que se creó para gastarlo en eso, no hacerlo y sacar los fondos de otro sitio no tendría sentido) el estado deberá hacerse cargo del gasto en pensiones públicas.
aquí hemos hablado muchas veces de posibles soluciones, así como de los parches que se están tomando para intentar reducir el coste (como la elevación de la edad de jubilación, por cierto desde el 1 de enero es 65 años y 6 meses) pero no debemos olvidar que el culpable de todo esto son dos noticias positivas: una es nuestro estado del bienestar (y no olvidemos que con el envejecimiento poblacional no sólo se dispara el coste de las pensiones, también el gasto sanitario) y otra es nuestra excelente esperanza de vida (la mayor entre los miembros de la OCDE). Es evidente que a lo segundo no vamos a renunciar y a lo primero no queremos. Y es que, como he dicho otras veces, la clave está en asumir que es falso que nos pagan las pensiones en función de lo que cotizamos. Las pensiones públicas son deficitarias (e irá a más, en 2050 se calcula que habrá 77 jubilados por cada 100personas en edad de trabajar), como lo es la sanidad y la educación. Y si nos parece bien porque defendemos nuestro estado del bienestar, para financiarlas habrá que conjugar recortes (algunas pensiones públicas son demasiado altas, algún tipo de copago sanitario podría ser necesario como pasa en otros países de Europa etc.) con mayores ingresos vía impuestos (sean en nuestra nómina, al consumo con un mayor IVA o con otras variantes). Partiendo de esa base hay que diseñar un plan pero para nada es una cuestión de derechas o izquierdas o de unas siglas u otras: son números.
En el país más poderoso de la Tierra hay gente que se arruina por una intervención quirúrgica y hay personas que con 75 años deben seguir trabajando porque las acciones de su fondo de pensiones no han tenido un buen comportamiento. Sabiendo eso me sorprende la facilidad con la que en España criticamos nuestra sanidad universal, una de las mejores del mundo según ránkings internacionales, y nuestro sistema público de pensiones. Si queremos mantenerlo –otro tema es que no queramos- debemos pagarlo y hay que llegar a un consenso (y en todo acuerdo alguien cede) sobre cómo hacerlo pero dejemos de politizar este asunto y usarlo como arma arrojadiza entre los de uno y otro bando porque así no vamos a ninguna parte.

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